En la publicación anterior, hablamos sobre la importancia de que la información médica pueda compartirse y de los esfuerzos, como el estándar FHIR, para que los historiales médicos dejen de estar encerrados en cada hospital. En esta segunda parte, vamos a ver cómo las grandes empresas tecnológicas han entrado en juego para intentar solucionar este problema. Y entre ellas, Apple ha dado algunos de los pasos más interesantes.

4. Health Records de Apple: tu historial en el bolsillo

Cuando se habla de las iniciativas de Apple en salud, es imposible no mencionar Health Records. En pocas palabras, es una función que permite a los pacientes recibir y almacenar sus propios historiales médicos de diferentes hospitales directamente en su iPhone. La app organiza toda esa información de forma clara y fácil de entender, para que cualquiera pueda consultar sus datos. Este tipo de sistema, donde el paciente tiene el control, se conoce como un Registro Personal de Salud (PHR, por sus siglas en inglés).

La interfaz de Apple Health Records. Limpia y fácil de entender, como es costumbre en Apple.

La imagen de arriba, sacada de la página oficial de Apple, muestra de un vistazo datos como alergias, constantes vitales, historial de vacunas y medicamentos. Además, te indica de qué hospital viene cada dato.

El Dr. Sambul Desai, uno de los directivos de la división de salud de Apple, comentó en una entrevista las ventajas de que los pacientes tengan el control de su información:

“…Como médico, cuando atiendo a pacientes en urgencias, una de las primeras preguntas es: ‘¿Qué medicamentos está tomando?’. Tener un lugar donde pueda ver toda esa información al instante es de una ayuda enorme.”

Cuando Apple Health Records se lanzó en enero de 2018, empezó colaborando con 12 hospitales de renombre, como el Johns Hopkins o el de la Universidad de California en San Diego (Fuente). Para agosto de 2019, la cifra ya había explotado, llegando a 223 centros médicos asociados (Fuente).

Artículo de la UC San Diego publicado en la prestigiosa revista JAMA.

Ya había habido otros intentos de crear sistemas para que los pacientes gestionaran sus historiales, pero ninguno había tenido mucho éxito. ¿Qué hizo Apple de forma diferente? La UC San Diego, uno de los hospitales pioneros, encuestó a 425 pacientes que usaron la app y publicó los resultados en JAMA. Las claves del éxito, según los propios pacientes, fueron:

Accesibilidad: La gran ventaja es que viene integrado en el iPhone. Si ya tienes uno, no necesitas comprar ni instalar nada más. El 96% de los encuestados lo citó como un punto a favor. Probablemente, este es el factor más importante de su éxito.

Utilidad: La aplicación cumple lo que promete: permite a los pacientes acceder a su información de forma sencilla. El 78% se mostró satisfecho con su funcionamiento.

Facilita compartir: Los pacientes pueden mostrar fácilmente su información a otros médicos o familiares, lo que les ayuda a entender mejor su propia salud. Tener los datos a mano fomenta las conversaciones sobre salud y mejora la comprensión general.

Aunque todavía está por ver si una plataforma así puede realmente mejorar la calidad de la atención o reducir costes, está claro que una gran parte de sus usuarios la consideran muy útil.

Heal, un servicio de visitas médicas a domicilio que se integra con Health Records.

Además, Health Records abre la puerta a un montón de servicios nuevos. Por ejemplo, Apple ya lo ha integrado con Heal, una app de visitas médicas a domicilio. Antes, los médicos que iban a casa tenían un acceso muy limitado al historial del paciente. Ahora, gracias a esta integración, pueden consultar los datos al momento y ofrecer una atención mucho mejor. Esto demuestra el potencial para crear todo un ecosistema de servicios médicos alrededor de la plataforma (Fuente).

El famoso cardiólogo Eric Topol, muy activo en Twitter, siempre ha defendido que los pacientes deberían tener más control sobre su información médica. Apple ha recogido el guante y ha creado una plataforma que va justo en esa dirección. Un motivo más para seguir de cerca sus próximos pasos.


5. Google y su apuesta por la nube

Google Cloud Platform es una plataforma de gestión de datos que usan muchísimas empresas hoy en día.

Para quien no esté familiarizado, una plataforma en la nube, a grandes rasgos, te permite almacenar cantidades masivas de datos y te da las herramientas para manejarlos de forma fácil y eficiente. Antes, las empresas tenían que mantener sus propios servidores, extraer los datos, limpiarlos, analizarlos… un proceso complejo y costoso.

Los servicios en la nube te dan el almacén (espacio) y las herramientas (computación) para analizar tus datos.

Una analogía simple: es como tener que lavar la ropa. A todos nos gusta vestir ropa limpia, pero lavar, tender, doblar y planchar es un rollo. Si alguien hiciera todo eso por ti, tú solo tendrías que preocuparte de ponértela. Las plataformas en la nube son ese alguien: se encargan del trabajo pesado de almacenar y gestionar los datos para que tú te centres en analizarlos, crear gráficos, aplicar IA o lo que necesites.

Por esta comodidad, empresas de todos los sectores (finanzas, retail, biotecnología…) usan plataformas como Google Cloud. En el sector salud, hasta agosto de 2019, 55 organizaciones ya la usaban (Fuente). La Cleveland Clinic, por ejemplo, la utiliza para almacenar de forma segura sus historiales electrónicos. Otras, como la Sociedad Americana contra el Cáncer, la usan para análisis de datos con IA.

Pero, ¿cómo ayuda esto al paciente de a pie? Google afirma que mucho.

Google asegura que sus servicios en la nube pueden mejorar la atención médica.

La solución de Google pasa por crear una carpeta segura en Google Drive para guardar la información médica del paciente. Con los datos en su Drive, el paciente puede acceder a ellos desde cualquier dispositivo. La gran diferencia con Apple es la capacidad de almacenamiento, que permite guardar archivos pesados como radiografías o TACs. Con esto, la odisea de la Sra. Patterson de ir cargando con CDs se acabaría (Fuente).

Google defiende que la nube puede agilizar todo: desde el registro en un hospital hasta el intercambio de historiales entre centros médicos.

Por supuesto, todo esto debe cumplir con estrictas regulaciones de privacidad como la HIPAA en Estados Unidos. Esta ley protege la información de salud y garantiza que solo el paciente o las personas autorizadas puedan acceder a ella. Cualquier dato usado para investigación debe ser anonimizado, un proceso llamado desidentificación. Los servicios de Google Cloud cumplen con esta normativa, algo fundamental para manejar datos tan sensibles.

Toda la información personal debe ser anonimizada para que no se pueda rastrear al individuo.

Un caso de uso práctico es el de la Athena Breast Health Network, una red de investigación sobre cáncer de mama. Según ellos, el 25% de las mujeres en EE.UU. no tienen acceso a sus mamografías anteriores, lo que dispara en un 260% la tasa de falsos positivos y pruebas repetidas.

Para solucionarlo, empezaron a usar Mammosphere, un servicio alojado en Google Cloud que permite a las pacientes acceder online a sus mamografías de forma segura. Las pacientes pueden ver sus imágenes y, si necesitan una segunda opinión, enviarlas a otro hospital con un par de clics. Esto no solo reduce el riesgo de pruebas innecesarias, sino que también mejora la satisfacción de las pacientes al darles el control sobre su información.